Existen dos técnicas de poda diferentes: las podas de mantenimiento, para mantener y perfeccionar la forma existente de un bonsái y la poda de modelado, que consiste en la poda más a fondo que se debe realizar para dar a un árbol su forma básica o estilo.
Poda de mantenimiento
Los árboles concentran la mayor parte del crecimiento en la parte superior y las partes exteriores del árbol, por ello es importante podar regularmente estas zonas con el fin de estimular el crecimiento en las ramas inferiores y en las partes interiores de las ramas del árbol.
La poda de mantenimiento se efectúa durante el periodo de crecimiento en las ramas jóvenes, con objeto de conservar la línea del árbol y favorecer el desarrollo de las ramificaciones pequeñas. Se suele realizar con unas tijeras finas. A veces se complementa con el despunte de los brotes, sobre todo en las confieras.
Generalmente la mejor época para realizar la poda es cuando está finalizando el invierno, en esa época el bonsái está en reposo y las heridas no expulsan tanta savia como otras épocas.